LA FUNCION DE LAINSULINA SOBRE LA GLUCOSA:
La glucosa es el combustible primario para todos los tejidos de cuerpo. El cerebro usa en torno al 25% de la glucosa total de cuerpo. Sin embargo, debido a que el cerebro almacena muy poca glucosa, siempre tiene que haber un abastecimiento constante y controlado de glucosa disponible en la corriente sanguínea. El objetivo es mantener al cerebro funcionando adecuadamente. En este sentido, es de vital importancia que el nivel de glucosa en sangre se mantenga en un rango de 60 a 120 mg/dl, con el fin de prevenir una falta de sumistro al sistema nervioso.

La insulina es la principal hormona que regula los niveles de glucosa en sangre. Su función es controlar la velocidad a la que la glucosa se consume en las células del músculo, tejido graso e hígado.
Cada uno de estos tipos de células del cuerpo usan la glucosa de una manera diferente. Este uso está determinado por el sistema enzimático específico de cada una. El tratamiento de la diabetes se basa en la interacción de la insulina y otras hormonas con los procesos celulares de estos tres tipos de células del cuerpo.
La glucosa es el estímulo más importante para la secreción de insulina.
La grasa
La función primaria de la célula del tejido adiposo es almacenar energía en forma de grasa. Estas células contienen enzimas únicos que convierten la glucosa en triglicéridos y posteriormente los triglicéridos en ácidos grasos, que son liberados y convertidos en cuerpos cetónicos según el hígado los va necesitando. Tanto la conversión de glucosa a triglicéridos como la ruptura de los triglicéridos a ácidos grasos son regulados por la insulina. La insulina también inhibe la lipasa, un enzima que descompone la grasa almacenada en glicerol y ácido grasos. Por lo tanto, regulando la captación de glucosa en las células grasas, la insulina influye en el metabolismo de las grasas. En ausencia de insulina, las células grasas segregan de forma pasiva la grasa almacenada en grandes cantidades, por lo que no se metabolizan completamente y conducen al diabético a la cetoacidosis.
Musculo
Con respecto al metabolismo de la insulina, las células del músculo tienen dos funciones primarias:
El hígado
El glucógeno del hígado es otra forma de almacenamiento de glucosa. Es mucho más fácil disponer del glucógeno para obtener energía que de los triglicéridos, que primero tienen que ser convertidos en ácidos grasos y, posteriormente, en cuerpos cetónicos. El hígado controla estas conversiones y también convierte los aminoácidos en glucosa si es necesario. Este último proceso se llama la gluconeogénesis (formación de nueva glucosa).
Aunque la insulina no sea necessaría para el transporte de la glucosa al hígado, afecta directamente la capacidad del hígado para aumentar la captación de la glucosa al reducir el valor de glucogenólisis (la conversión de glucógeno en glucosa), aumentando la síntesis de glucógeno, y disminuyendo el valor de gluconeogénesis.
Las células Beta del páncreas controlan el nivel de glucosa. En primer lugar, sirven como un sensor de los cambios del nivel de glucosa en sangre y, después, segregan la insulina necesaria para regular la captación de carbohidratos y mantener los niveles de glucosa dentro de un margen muy estrecho. Existe un sistema de retroalimentación por medio del cual una pequeña cantidad de carbohidratos estimula las células Beta para liberar una cantidad también pequeña de insulina. El hígado responde al aumento de la secreción de insulina suprimiendo la conversión de glucógeno (glucogenólisis). Asimismo, la formación de glucosa se paraliza.
Aunque el proceso de estimulación de las células Beta y la secreción de insulina no se comprenda completamente, se sabe que el metabolismo provoca la síntesis de glucosa mediante un precursor de la insulina llamado proinsulina. La proinsulina se transforma en la insulina dentro de las célula Beta y esta insulina se almacena entonces en gránulos y se libera en respuesta a ciertos estímulos. La glucosa es el estímulo más importante para la secreción de insulina.
PRODUCCION DE INSULINA ENDOGENA:
Las células Beta fabrican insulina en etapas. La primera etapa es la producción de la proinsulina. La proinsulina es una molécula formada por una cadena proteínica de 81 aminoácidos, que es precursora de la insulina. Las células Beta del páncreas procesan la proinsulina convirtiéndola en insulina por la sustracción enzimática del péptido C, que es una estructura de 30 aminoácidos que conecta las cadenas A y B (de 21 y 30 aminoácidos, respectivamente).
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Molécula de insulina, compuesta de cadenas tipo A y B |
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Molécula de insulina, compuesta de cadenas tipo A y B |
Como el tejido graso, el músculo necesita que la insulina facilite el transporte de la glucosa a través de la membrana de la célula. La célula del músculo tiene sus enzimas propias para controlar los dos caminos metabólicos hasta la glucosa: su conversión en energía contractil y su conversión en glucógeno. Cuando el nivel de glucosa en sangre es normal, la insulina también influye sobre las enzimas de las células del músculo al favorecer la captación de aminoácidos e impedir la utilización de la proteína propia.
El péptido C no tiene ninguna función conocida. Sin embargo, se segrega en las mismas cantidades que la insulina y, de hecho, circula en la sangre más tiempo que la insulina, por lo que es un preciso marcador cuantitativo del funcionamiento de las células Beta. Así, unos niveles normales de péptidos C indican una secreción relativamente normal del páncreas.
La insulina se almacena en las células Beta en gránulos secretorios, que se preparan para liberarla en la circulación sanguínea, en respuesta al estímulo de una concentración creciente de glucosa en sangre. Un páncreas funcionando normalmente puede fabricar y liberar diariamente de 40 a 50 unidades de insulina. Además, tiene varios cientos unidades almacenadas y disponibles para ser segregadas cuando se necesitan
ORIGEN DE LA INSULINA:
Es la hormona "anabólica" por excelencia; es decir, permite disponer a las células del aporte necesario de glucosa para los procesos de síntesis con gasto de energía, que luego por glucolísis y respiración celular se obtendrá la energía necesaria en forma de ATP (pastillas concentradas de energía) para dichos procesos.
En resúmen, permite disponer a las células de la "gasolina" (glucosa) necesaria para que podamos movernos, manteniendo su concentración regular en nuestra sangre, ¿Cómo?:
Cuando el nível de glucosa es elevada el Páncreas lo libera a la sangre. Su función es favorecer la absorción celular de la glucosa.
Es una de las 2 hormonas que produce el PÁNCREAS junto con el glucagón (al contrario de la insulina, cuando el nivel de glucosa disminuye es liberado a la sangre). La insulina se produce en el Páncreas en los "Islotes de Longerhans", mediante unas células llamadas Beta.

Durante muchos años la insulina que se ha empleado para el tratamiento de la diabetes, se extraía del páncreas de diversos animales, principalmente del buey (Insulina bovina), y sobre todo del cerdo (Insulina porcina). La insulina porcina es casi idéntica a la insulina humana y posee el mismo efecto sobre el azúcar en sangre.
En la actualidad las insulinas que se tiende a emplear son las denominadas humanas, que son químicamente iguales a la del hombre y se obtienen bien de ciertas bacterias y levaduras mediante técnicas de ingeniería genética o bien a partir de la insulina de cerdo, que mediante un proceso químico adecuado se transforma en insulina exacta a la del hombre.
Aclaremos que el término insulina humana, se refiere a que su estructura es idéntica a la insulina producida por los seres humanos, aunque no se obtenga a partir de ellos. La pureza de las insulinas actuales es muy superior a las primitivas, lo que evita reacciones indeseables.
La insulina se destruye en el estómago por eso no puede tomarse por boca y DEBE ADMINISTRARSE EN FORMA DE INYECCIONES. Otras vias de administración (nasal, rectal, et.), son poco eficaces, debido a una absorción parcial e irregular de la insulina
TIPOS DE INSULINA:
Insulinas de acción ultrarrápida.
Humalog®, Novorapid® o Apidra® son análogos de insulina de acción ultrarrápida. Los análogos de insulina son un tipo de insulinas con alguna modificación molecular que permite cambiar su comienzo de acción o su duración. Comienzan a ser activas a los 10-15 minutos de haberse pinchado. Su pico de actividad es a los 30-90 minutos y duran entre 3 y 4 horas. Su perfil de acción para cubrir las comidas es el más parecido a la insulina liberada por el páncreas de una persona sin diabetes.
Insulina de acción rápida.
También llamada insulina regular, soluble o cristalina. Son la Humulina Regular® y la Actrapid®. Comienza a ser activa a los 30-60 minutos de haberse pinchado. Su pico de actividad es a las 2-3 horas y su duración es de 5-7 horas. Se utiliza para cubrir las comidas, aunque su perfil de acción no se ajusta demasiado a la forma de actuar de la insulina liberada por el del páncreas de una persona sin diabetes.
Insulinas de acción intermedia.
Se emplean como insulina basal. Existen dos tipos diferentes:
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Insulina NPH (Neutral Protamine Hagedorn) e insulina NPL. A la insulina humana se le ha añadido una proteína (protamina) para que su absorción sea más lenta, de esta manera su duración es de 10 a 13 horas. Tiene un aspecto turbio o lechoso. La parte turbia sedimenta en el vial o cartucho por lo que se debe mover el cartucho o vial para resuspender la insulina. Tiene un pico de acción entre 4 y 7 horas después de haberse pinchado y comienza a ser activa a la 1-2 horas. La insulina NPH es muy variable en su actividad de un día a otro, de ahí que sea muy importante moverla durante unos minutos antes de inyectarse. Para utilizarla como insulina basal hay que dar, en general, tres dosis al día.
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Insulina Levemir®. Se trata de un análogo de insulina de acción intermedia que ha sido aprobado para su uso en España muy recientemente (2005). Es menos variable en su actividad que la insulina NPH y no tiene un pico de actividad tan marcado. Su duración es diferente dependiendo de la cantidad de insulina inyectada, pero normalmente se necesitan 2 dosis para cubrir las 24 horas del día. No está aprobada para tratar a menores de 6 años.
Insulinas de acción lenta.
El análogo de insulina retardado Lantus®. Disponible en España desde Diciembre de 2003, se trata de un análogo de insulina que dura 24 horas y que no tiene un pico de actividad muy acusado. Esto le hace ser una candidata ideal como insulina basal. Su comienzo de actividad es a la 1-2 horas. Tiene más variabilidad en su absorción que la insulina Levemir® y menos que la NPH.
Insulinas combinadas.
En el comercio existen diferentes mezclas preestablecidas de insulinas de acción ultrarrápida, rápida e intermedia. Tienen el inconveniente de que el porcentaje de cada insulina es fijo y no se pueden modificar las insulinas individualmente (por variaciones existentes en el control de glucemia, ejercicio físico, raciones de alimentos, enfermedad...). Lo más apropiado es que cada persona realice sus propias mezclas de acuerdo a sus necesidades diarias y siguiendo las instrucciones de su equipo médico.
Tabla de duración de los diferentes tipos de insulina
Factores que modifican la acción de la insulina
¿Qué es la terapia basal-bolos?
El principal objetivo en el tratamiento de la diabetes es remedar lo máximo posible el funcionamiento del páncreas de una persona sin diabetes.
Recordemos que el páncreas va a producir una pequeña cantidad de insulina continuamente para regular la salida de glucosa del hígado. A esto se le llama insulina basal.
Además cada vez que comemos el páncreas secretará una cantidad de insulina mayor, que se conoce como bolos.
La terapia basal-bolos consiste en imitar esta forma de actuar del páncreas. Para ello disponemos hoy en día de dos alternativas. Una de ellas es el infusor continuo de insulina, y la otra forma consistiría en combinar las diferentes insulinas de la siguiente manera:
El principal inconveniente de este tipo de tratamiento es que los niños precisan múltiples pinchazos durante el día (un mínimo de 4). Las ventajas son muchas, desde mejoría del control metabólico por ser un tratamiento más fisiológico, hasta una mayor flexibilidad horaria que suele conllevar a una mejor calidad de vida.
¿En qué consiste el tratamiento intensivo de la diabetes?
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Realizarse al día al menos 5-6 controles de glucemia capilar.
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Administrase 3 o más dosis de insulina al día (ó utilizar una bomba de insulina).
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Realizar la alimentación contando los hidratos de carbono.
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Comunicación frecuente con el equipo diabetológico (como mínimo cada 2 ó 3 meses).
El cuerpo absorbe de diferente manera la insulina dependiendo de donde sea inyectada.La insulina es absorbida más rápidamente en el tejido subcutáneo del abdomen (estomago), y algo más lento en los brazos, los muslos y en los glúteos.
Se puede utilizar esta diferencia en absorción para planear donde se
inyectará la siguiente vez la insulina, por ejemplo:
La insulina rápida se puede inyectar en
el abdomen justamente antes o después
de los alimento para obtener la ventaja
de que en el abdomen la absorción es
más rápida.
La insulina NPH puede inyectarse en
diferentes sitios (brazos, muslos o
glúteos) antes de irse a dormir para
sacar ventaja de que se requiere una
absorción lenta de esta insulina.
El ejercicio también puede afectar la absorción de la insulina. está
planeando jugar basquetball después de si inyección, por
ejemplo, elija un sitio que no sea su brazo con el que anota, ya que
inyectarse en este sitio puede incrementar su absorción al jugar el
básquetball.
Si de todas formas desea inyectarse en un sitio que va a ejercitar, espere
45 minutos después de la inyección para iniciar la actividad física.
La diabetes mellitus es la carencia absoluta o relativa de insulina que da como resultado acumulaciones anormales de grasa, y deficiencias en el metabolismo de las proteínas y los carbohidratos.
Inicialmente, la ausencia en la producción de insulina afecta a la captación y entrada de glucosa en el músculo y células grasas. Cuando la ingesta de glucosa disminuye, el cuerpo demanda combustible, y el glucógeno se libera desde el hígado. El nivel de glucosa en sangre se eleva aún más. Cuando los niveles de glucosa en sangre se acercan a los 180 mg/dl, la capacidad de los conductos renales para reabsorber la glucosa (el umbral renal) se excede, y la glucosa es excretada por la orina (glucosuria). Puesto que la glucosa es un diurético osmótico, se excreta agua y sales en grandes cantidades y se produce la deshidratación celular. Cuando la situación se prolonga, la excesiva diuresis (poliuria) combinada con la pérdida de calorías ocasiona polidipsia (sed aumentada), polifagia (hambre aumentada) y fatiga: los síntomas clásicos de la diabetes mellitus.
Poliuria
Polidipsia
Polifagia
El primer intento de las células del cuerpo de contrarrestar la falta de glucosa es metabolizar proteínas, cuyo resultado es la liberación de grandes cantidades de aminoácidos. Algunos de los aminoácidos se convierten en urea en el hígado y se excretan, dando como resultado un balance negativo de nitrógeno.
En ausencia de insulina, las células del tejido adiposo intentan proveer combustible movilizando las reservas grasas. Los ácidos grasos libres se utilizan inicialmente para la producción de energía, pero la mayoría alcanzan el hígado donde se forman tres fuertes ácidos: ácido acetoacético, ácido betahidroxibutírico y acetona. Estos cetoácidos (o cuerpos cetónicos) son excretados finalmente por el riñón junto con bicarbonato de sodio. La combinación de la acumulación de cetoácidos y la excreción de bicarbonato ocasiona una caída en el PH del plasma, cuyo resultado es una acidosis.
El cuerpo intenta corregir la acidosis mediante la llamada respiración Kussmaul's, que es una respiración trabajosa y profunda provocada por el esfuerzo del cuerpo para convertir el ácido carbónico en dióxido de carbono. Si no se diagnostica la acidosis, la deshidratación y el desequilibrio de electrólitos afectará al cerebro y, finalmente, causará coma. Si no se trata la deficiencia de insulina. se puede llegar a la muerte.
El tratamiento con insulina pretende revertir el estado catabólico creado por la deficiencia de insulina. Cuando el cuerpo recibe insulina, los niveles de glucosa en sangre comienzan a caer, de forma que las grasas dejan de proveer combustible, con lo que cesa la producción de cuerpos cetónicos, los niveles de bicarbonato sódico en sangre y el PH suben, y el potasio se desplaza intracelularmente a medida que el anabolismo (reconstrucción de tejidos) comienza.
La insulina pancreática se segrega directamente en la circulación portal y es transportada al hígado, que es el órgano central de homeostasis de la glucosa, donde se degrada el 50% de la insulina. La circulación periférica transporta entonces la insulina hasta las células del cuerpo y finalmente al riñón, donde se degrada otro 25% y se produce la
excreción.
En muchas ocasiones medirse el nivel de glucosa en sangre puede ser frustrante. En algunas ocasiones pienso que estoy haciendo las cosas de manera correcta – se cual es mi nivel de glucosa objetivo, se cuantos carbohidratos contiene la comida que he comido durante el día, se cual es mi intercambio de insulina y carbohidratos, y entiendo muy bien mi sensibilidad a la insulina.
Y aún teniendo mucho cuidado y vigilando estrechamente todo lo anterior, mi nivel de glucosa en sangre está misteriosamente elevado o bajo a lo esperado. Lo que las personas no saben es que dentro de una de las tantas cosas que pueden influir en los niveles de glucosa en sangre está la absorción de insulina, y esta es la más importante. A continuación se dan algunos Mitos de este concepto:
MITO: El nivel de glucosa sanguínea no se ve afectado por el lugar donde me inyecte mi insulina o donde pongo el catéter de la bomba. Después de todo, la insulina entra al organismo.
REALIDAD: El sitio de inyección que se elija puede afectar la velocidad con que la insulina es absorbida. Por ejemplo:la insulina se absorbe más rápidamente en el abdomen, en muchas ocasiones hasta dos veces más rápido que en otros sitios como el muslo o el brazo.
MITO: La insulina siempre se absorberá rápidamente si la inyecto en el abdomen.
REALIDAD: No exactamente.Existen otras condiciones que se deben considerar, esto de acuerdo al DR. Howard Wolpert de la Cínica Joslin:
Si se inyecta o se coloca el catéter de la bomba en un lugar en el abdomen donde haya más grasa debajo de la piel,la insulina se absorberá más lentamente. Por ejemplo, el centro del abdomen es más grasoso que los lados. Aunque sea más cómodo inyectar en la zona del centro debido a las pocas terminaciones nerviosas, la insulina no se absorberá tan rápidamente como se quisiera.
Se debe evitar inyectar en la misma zona constantemente, esto es debido a que puede provocar que el tejido de esa zona sea se engruese. Esto se puede ver muy seguido en las personas que utilizan bomba o las que han tenido cirugía, pero también se observa en personas que utilizan por mucho tiempo el mismo sitio de inyección. Este endurecimiento de la zona puede provocar que la insulina se absorba lentamente. Es por esta razón que se recomienda rotar los sitios de inyección cuando se utiliza una jeringa, pluma de auto-inyección o bomba.
Cuando se hace ejercicio, el flujo de sangre se incrementa en las piernas y por lo tanto la velocidad de absorción aumentará.Si se inyecta la insulina en los muslos y luego hace ejercicio con esta zona, la insulina se absorberá más rápido que si se hubiera inyectado en el abdomen.
MITO: La temperatura no afecta significativamente la absorción de insulina.
REALIDAD: El calor puede provocar que los vasos sanguíneos incrementen de tamaño (se dilaten). Por lo que se recomienda evitar baños calientes, saunas o baños de vapor después de haber inyectado la insulina. Esto podría provocar una hipoglucemia (baja de azúcar en sangre). Asimismo la Dra. Gloria Yee sugiere que se evite enfriar la zona de inyección ( no poner bolsas de agua fría o hielo). Esto podría provocar que la insulina se absorba más lentamente.
MITO: Únicamente el sitio de inyección y la temperatura pueden afectar la absorción de insulina.
REALIDAD: Realmente no existe una regla “absoluta” en la diabetes, la Dra. Gloria Yee comenta que otros factores que afectan la absorción de insulina son:
- Ejercicio,
- Inyectarse en el músculo (al utilizar jeringas o agujas muy largas o no hacer el pellizco adecuado),
- Tamaño de dosis,
- Error en la dosis.
MITO: El tipo de comida que coma no afecta la absorción de insulina.
REALIDAD: Verdadero, pero puede afectar el nivel de glucosa en sangre. El organismo digiere de diferente forma los diferentes alimentos. Esto puede afectar la relación entre la glucosa en sangre y la insulina que se inyecta. Por ejemplo, los alimentos altos en grasa son absorbidos lentamente. El efecto de la insulina que se inyectó puede terminar antes de que se hayan absorbido los alimentos por completo, causando de esta manera un aumento de la glucosa en sangre. Asimismo, los alimentos con un alto índice glicémico como la pizza y las papas fritas entran a la sangre más rápidamente que los alimentos con un índice glicémico bajo como la carne.
MITO: Como me termino un frasco de insulina antes de que pase un mes, no tengo porqué preocuparme de cómo la almaceno.
REALIDAD: Es fácil de olvidar, pero la forma de almacenar insulina es crítica para asegurar la estabilidad de la misma, lo que puede afectar la absorción. Revise las instrucciones anexas a la insulina para ver la guía de almacenamiento. Los viales que están en uso pueden ser almacenados a temperatura ambiente, no los exponga a temperaturas extrema. Guarde todos los demás frascos en el refrigerador. Nunca ponga su insulina en su equipaje cuando viaje, la cabina donde va el equipaje es más fria que su refrigerador. La insulina que ha sido congelada se debe tirar sin ninguna excepción. Si deja los frascos de insulina abiertos a temperatura ambiente, asegúrese que no reciba directamente los rayos del sol. Es conveniente tener el hábito de revisar la insulina antes de utilizarla con el fin de asegurarse de que la insulina no esté cristalizada. Si la insulina que debería ser cristalina está turbia o que puede ver como cristales de sal dentro del frasco, no la utilice. La insulina puede haber perdido su efectividadpuede trabajar de manera impredecible o no actuar en lo absoluto.
Quizá todo esto parezca mucho como para recordarlo, pero recuerde: el conocimiento es poder. Entre más sepa de su diabetes y de su insulina, mejores decisiones podrá tomar para ayudar a mantenerse bajo control. Como siempre, asegúrese de preguntar a su médico antes de hacer cualquier cambio en su rutina de inyección.
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