Ficha tecnica
 




¿Que es la diabetes?
Conozca en qué consiste la enfermedad que afecta a más de 30 millones de personas en todo el mundo y que se considera la dolencia endocrina del siglo XX.

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OBJETIVOS GLUCEMICOS DE BUEN CONTROL

Los objetivos glucémicos varían en función de la edad.

Es importante que los niños menores de 6 años no tengan hipoglucemias, por ello la glucemia ideal en este grupo de edad tiende a ser algo más alta. Sin embargo en los mayores de esa edad debemos perseguir que sus valores glucémicos sean lo más parecidos posible a los de la persona sin diabetes.

Los valores recomendados por la Asociación Americana de Diabetes (ADA) en niños mayores de 6 años son los siguientes:

  • Glucemia en ayunas: 90-130 mg/dl
  • Glucemia a las 2 horas de las comidas: hasta 180 mg/dl
  • Al acostarse: 90-150 mg/dl
  • Durante la noche: >100 mg/dl

En los menores de 6 años:

  • Glucemia en ayunas: 100-180 mg/dl
  • Glucemia a las 2 horas de las comidas: hasta 200 mg/dl
  • Al acostarse: 110-200 mg/dl
  • Durante la noche: >110 mg/dl




LA HEMOGLOBINA GLICOSILADA A1c

El objetivo principal en el tratamiento de la diabetes, consiste, en lograr un riguroso control glucémico. Cuando ésta alteración no se controla, con el tiempo, constituye una de las principales responsables de las complicaciones más graves que sufren las personas con diabetes. En este sentido, los niveles de hemoglobina glicosilada A1c (HbA1c) representa hasta el momento la mejor prueba de laboratorio que determina si la diabetes se tiene bajo control. Mantener la HbA1c, por debajo del 7%, representa actualmente, uno de los principales objetivos de lograr y sostener por toda persona con diabetes.

¿Qué es la hemoglobina glicosilada A1c?

La hemoglobina es una proteína que se encuentra en los glóbulos rojos de la sangre (hematíes) y sirve para aprovisionar de oxígeno al resto de nuestras células y tejidos.

Esta proteína se une a la glucosa circulante por el torrente sanguíneo. El porcentaje de proteína unida a la glucosa es lo que se denomina hemoglobina glicosilada (HbA1). Esto sucede también en las personas sin diabetes.
Cuanto mayor es la cantidad de glucosa en sangre, más se une a las proteínas y su porcentaje de unión indica cual ha sido la cantidad media o promedio de glucosa circulante durante el tiempo de vida de la hemoglobina.

La hemoglobina glicosilada tiene varias fracciones ( HbA1a, HbA1b, y Hb1Ac) y, de ellas, la más estable, la que tiene una unión con la glucosa más específica es la fracción HbA1c. Por lo tanto, la prueba de HbA1c mide la cantidad de glucosa adherida a los glóbulos rojos. El resultado es expresado en porcentaje (%) e indica el promedio de glucemias mantenido durante el trimestre anterior a la prueba. (El valor normal dependerá sin embargo, del método utilizado en el laboratorio).

El porcentaje de glicosilación es proporcional al tiempo y a la concentración de glucosa; en otras palabras, los glóbulos sanguíneos más viejos tendrán un mayor porcentaje de hemoglobina glicosilada y aquellas personas mal controlados (con períodos de altas concentraciones de glucosa sanguínea tendrán un mayor porcentaje en su resultado. Por el contrario, aquellas personas que han mantenido un buen control metabólico, vigilado y controlado tendrán un porcentaje de hemoglobina glicosilada en valores más cerca a los normales.

¿Cuál es su importancia en la diabetes?

Destacamos dos importantes estudios realizados en pacientes con diabetes: El DCCT (Diabetes Control and Complications Trial), estudio realizado en EE.UU. durante 10 años con personas con diabetes Tipo 1, y el UKPDS (Estudio Prospectivo sobre Diabetes del Reino Unido) llevado a cabo en pacientes con diabetes Tipo 2, seguidos durante más de 10 años. La conclusión más importante de estos dos estudios, consistió en demostrar que lograr mantener un estricto control de la glucemia con varias alternativas medicamentosas, fijando como meta mantener un nivel de HbA1c en promedio ( 7% ) reduce significativamente (50%) la posibilidad de desarrollar complicaciones crónicas de la diabetes, tales como las afecciones en los ojos, riñones y en los nervios.

De igual forma, un descontrol sostenido de la glucemia correlacionado con la elevación del porcentaje de HbA1c, se relaciona con la aparición de las complicaciones diabéticas

¿Cómo se mide?

La prueba se determina en sangre y tiene la ventaja de que la muestra se puede extraer en cualquier momento, ya que su resultado no resulta afectado por variaciones a corto plazo (p. Ej., ingesta de alimento, ejercicio, estrés, etc.)

Existen varios métodos para su determinación, a manera informativa se encuentra las pruebas de inmunoquímicas, cromatografía de intercambio iónico, electroforesis, cromatografía de afinidad al boronato y la cromatografía líquida de alta presión que representa el método de mayor precisión.

¿Con qué frecuencia se debe realizar?

Cualquier persona a la que se le diagnostica la diabetes se le debe medir su nivel de Hemoglobina Glicosilada A1c. Posteriormente, su frecuencia de medición deberá analizarse individualmente. Por norma, se recomienda realizarla al menos dos veces al año y más frecuentemente (cada dos o tres meses) si no se tienen bajo control los niveles de glucemia o también cuando se realizan cambios en el tratamiento o cuando es menester un estricto control, por ejemplo una mujer con diabetes durante su embarazo.

¿Cuáles factores pueden alterar su resultado?

Como cualquier otro parámetro, la hemoglobina glicosilada puede resultar modificada por alteraciones que varíen el natural recambio de los glóbulos rojos, tales como por hemorragias, anemia hemolítica, transfusiones, embarazo etc., situaciones que producirían falsos descensos. También se puede ver alterada por la ingestión de dosis elevadas de ácido acetil salicílico, vitamina C, alcohol, altas cifras de lípidos en sangre, etc., que producirían falsos aumentos.

¿Qué cifra de hemoglobina glicosilada debo mantener?

La diabetes no estará causando daños en tu organismo, cuando la hemoglobina glicosilada es mantenida por debajo de 7%.

Sin embargo, cualquier disminución que se logre es benéfica; de hecho, hay estudios que indican que por cada 1% de HbA1c, que se logre descender, se disminuye hasta en un 35% el riesgo de presentar complicaciones microvasculares.

En el gráfico, usted puede comparar la cifra que ha obtenido de hemoglobina glicosilada A1c y su interpretación respecto a las cifras promedio de glucemia sostenidas en los últimos tres meses. (ver gráfico )

¿La hemoglobina glicosilada remplaza el automonitoreo diario de la glucemia capilar?

La prueba de hemoglobina glicosilada es muy importante, sin embargo no puede sustituir al monitoreo de glucemias, ya que ésta no puede medir su control diario y por lo tanto no le permite ajustar sus dosis de medicamentos orales, de insulina, de actividad física, de ingesta de alimentos en el día a día. Por lo tanto, realizar un autocontrol glucémico de manera periódica e inteligentemente en sus decisiones, permite que logremos obtener un buen control glucémico el cual será reflejado con el porcentaje de hemoglobina glicosilda A1c obtenido.

¿Qué otros parámetros permite valorar la hemoglobina glicosilada A1c?

Valora el éxito del tratamiento antidiabético; permite comparar y comprobar la eficacia de los nuevos tratamientos; nos posibilita determinar la duración de la hiperglucemia y a su vez individualizar los regímenes del control antidiabético.

¿La hemoglobina glicosilada es la prueba de la verdad glucémica?

Sí, puesto que a los médicos nos proporciona un estimativo sensible y eficaz del desequilibrio de la glucosa. Así pues, un paciente con diabetes puede llevarle al médico su resultado de glucemia en ayunas con un resultado bastante satisfactorio, pero la verdad es que él ha mantenido un descontrol constante de su glucemia y simplemente se cuidó para ir el día de la consulta con un resultado normal. El médico, con base en el resultado de la Hemoglobina A1c, se dará cuenta el grado de descontrol o control que el paciente ha mantuvo en los últimos tres meses.

¿Qué hacer si mi hemoglobina glicosilada se encuentra elevada?

Hay que consultar con su médico, hablar tranquilamente acerca de los factores que pueden estar influyendo tales como llevar un plan de alimentación muy deficiente, no estar realizando una actividad física en forma constante, hay descuido en la dosis de los medicamentos, está pasando por una situación estresante, hay infecciones, ha descuidado el autocontrol glucémico o también el descontrol es el resultado de la falta de ajustes con los medicamentos.

Lo importante que usted debe saber, es que hoy contamos con diferentes alternativas farmacológicas e instrumentos de vigilancia y autocontrol, los cuales permiten lograr con más eficacia un mejor control de la diabetes; no postergue la cita con su médico, juntos establecen un programa de tratamiento y fijan sus metas individualizadas de control.



                                  

 


GLUCOSA EN LA ORINA

La sangre circula por todo el organismo y llega hasta el riñón, donde se filtra, se limpia y se eliminan las sustancias que le sobran.

Cuando la glucemia se mantiene en los rangos normales, el riñón no deja que se expulse a través de la orina; pero, cuando aquella está aumentada, como suele ocurrir en la diabetes, aparece glucosa en la orina; esta condición se denomina GLUCOSURIA.

Hasta hace algunos años, a la glucosuria se le atribuía una mayor importancia, ya que era la única manera de cuantificar el grado de control metabólico.

La presencia de glucosa en la orina refleja que sus cifras estaban altas en el momento en que la sangre fue filtrada en los riñones. Por lo general, aparece glucosa en la orina cuando la glucemia supera los 160 – 180 mg/dl, a lo que se le denomina “umbral” del riñón para la glucosa. Cuanto mayor es la cantidad de glucosa que hay en la sangre, mayor será la presencia de glucosa en la orina.

Para que la glucosa pueda eliminarse en la orina es necesario que se disuelva en cantidades importantes de agua; por esta razón, cuando hay descontrol metabólico, a consecuencia de la hiperglucemia, se orina muchas veces y en grandes cantidades; a esto se le llama POLIURIA.

La presencia de glucosa en la orina no significa que se ha dañado el riñón, simplemente que la glucemia se ha mantenido elevada. Sin embargo, la pérdida de glucosa en la orina, en forma sostenida, es un marcador de descontrol metabólico, que favorece con el tiempo la aparición de complicaciones, además de ser un indicador de las pérdidas nutricionales del paciente

¿La glucosuria sirve como método de control?

Para medir la glucosa en la orina se usan métodos con reactivos enzimáticos con glucosa oxidasa y de óxido-reducción; estos últimos detectan la presencia de otras sustancias reductoras en la orina, que no son la glucosa, por lo que dan falsos resultados positivos. Así, por ejemplo, la lactosa, que normalmente se encuentra en la orina de las mujeres durante el embarazo, o cuando se ingiere vitamina C y antibióticos como la penicilina, el ácido nalidíxico y los salicilatos, causa falsos positivos en los reactivos. Asimismo cuando se utilizan reactivos más específicos, fundamentados en el sistema glucosa oxidasa, que detectan sólo la glucosa también existen factores que pueden alterar su resultado como el contacto con detergentes, blanqueadores y desinfectantes que originan falsos positivos, y la vitamina C y los cuerpos cetónicos que disminuyen la intensidad del color, lo que provoca falsos negativos.

Otro de los inconvenientes de la determinación de glucosa en la orina es que no detecta los niveles demasiado bajos de azúcar en la sangre (hipoglucemia); además, es muy poco fiable en personas mayores y en niños por las grandes variaciones de la capacidad del riñón para retener la glucosa que se da en estos grupos de edad.

Son estas las razones por las cuales la determinación de la glucosa en la orina está considerada en los últimos tiempos como un procedimiento no aconsejable, salvo para personas que, por cualquier motivo, no puedan realizar determinaciones en la sangre. Con los actuales sistemas de monitoreo glucémico con los medidores de glucemia capilar y su precisión, este método ha sido desplazado.




CUERPOS CETONICOS


 Los cuerpos cetónicos son una fuente alternativa para obtener energía para el cerebro y otros tejidos, ante circunstancias tales como un estado de ayuno o cuando existe una deficiente acción de la insulina.

Por tal razón, situaciones que inducen un descontrol metabólico en la diabetes como lo es el caso de un deficiente control, pocos ajuste con insulina, continuas glucemias altas, estrés marcado, durante infecciones o en condiciones de ejercicio intenso sin ajustes de insulina o hipoglucemias frecuentes moderadas a severas mal controladas predisponen a que movilicemos nuestras reservas energéticas ( ácidos grasos ) que van al hígado y allí son convertidos en cuerpos cetónicos para producir energía.

¿Cuál es su importancia?

Los cuerpos cetónicos cuando se van acumulando en sangre pueden llevar a una de las complicaciones más serias en la diabetes como es el caso de la cetoacidosis diabética, situación que pone en riesgo la vida del paciente.

¿Cuándo medirlos?

Conviene medir los niveles sanguíneos de glucosa y cetona cada 2 a 4 horas cuando los niveles de glucosa estén elevados (>300 mg/100 ml), muy especialmente cuando además hay estrés, infecciones o hay síntomas de una cetoacidosis tales como náusea, vómito y dolor abdominal. De igual manera, las mujeres con diabetes que están en embarazo deben con frecuencia determinar sus niveles de cuerpos cetónicos, así como las personas con diabetes tipo 1, quienes al practicar el ejercicio se descompensan.

¿Cómo medirlos?

La medición de los cuerpos cetónicos se puede realizar en la orina, para ello existen tiras reactivas que determinan en forma cualitativa (por color) el cual indica niveles elevados, medios o bajos, no los niveles cuantitativos reales, tiene además varios factores que interfieren con su resultado y precisión.

En contraste con la prueba de cetonas urinarias, la prueba de cetonas sanguíneas puede hacerse rápidamente extrayendo una muestra pequeña de sangre de la misma manera que en la prueba de glucosa sanguínea y obtenerse una lectura a los 30 segundos de haber colocado la muestra de sangre en la tira reactiva

Hay varias ventajas de la prueba de cetonas sanguíneas:

Debido a que la relación b-hidroxibutirato /acetoacetato aumenta de 1:1 en estado normal a ³9:1 en la cetoacidosis, el monitoreo del b-hidroxibutirato refleja mejor los niveles totales de cuerpos cetónicos y la cetoacidosis que el acetoacetato, debido a que el b-hidroxibutirato es el cuerpo cetónico predominante en la fase temprana del desarrollo de cetonas, es además el cuerpo cetónico que disminuye en forma más rápida durante el tratamiento exitoso

.Las lecturas de b-hidroxibutirato sanguíneo son realizadas en tiempos reales, son precisas y cuantitativas, en contraste con la prueba de orina con nitroprusiato,las muestras de sangre no son alteradas por el grado de hidratación.

Los niveles de b-hidroxibutirato <0.5 mmol/l son normales, cuando los niveles de b-hidroxibutirato se encuentran 0.6 a 1.5 mmol/l se consideran elevación moderada y podrían indicar el desarrollo de un problema que requiriera asistencia médica, los niveles mayores de 1.5 mmol/l indican riesgo alto de desarrollar cetoacidosis y deberá buscarse la atención inmediata de un profesional de la salud.

Con todas estas facilidades de control, si el paciente o sus familiares reconoce, la cetosis y otros signos tempranos de cetoacidosis, pueden ser sometidos a monitoreo tanto de la glucemia como de los cuerpos cetónicos, y ser manejo en casa, usando la dosificación de insulina bajo la orientación médica, evitando así el avance progresivo a la cetoacidosis que requiera hospitalización.


LUNA DE MIEL

Esta fase se da al principio de la enfermedad, una vez comenzado el tratamiento de insulina. Debe conocerse ya que puede dar lugar a hipoglucemias. El niño cada vez necesita menos insulina hasta poder prescindir de ella. Es una situación transitoria hasta que el  páncreas deja de funcionar definitivamente.

 

EFECTO DEL ALBA  

El
efecto del alba consiste en la elevación de la glucemia al amanecer. Nuestro cuerpo sabe que vamos a despertarnos y por eso nos da ese extra de azúcar que nos da energía para la actividad física diaria. Una persona sin diabetes no tiene problema porque el páncreas también libera la insulina correspondiente a esa elevación de la glucemia. Pero un diabético lógicamente no lo hace y por eso puede despertarse con unos niveles de azúcar en sangre altitos a pesar de acostarse bien.
Es bastante complicado de controlar, entre otras cosas porque a veces se presenta y a veces no. Y parece ser que ese efecto se da sobretodo en la juventud (niños en pleno crecimiento) y que con la edad ya no se produce tanto.




EFECTO SOMOGY

El aporte de una dosis excesiva de insulina lleva a uno hipoglucemia. Debido a los mecanismos que el organismo pone en marcha ante la hipoglucemia se libera glucosa de los lugares de depósito. En general la cantidad liberada es superior a la necesaria para normalizar la glucemia y puede llevar a una hiperglucemia posterior. A esto se le conoce como efecto rebote o somogy.
 Si esto ocurre durante la noche, generalmente pasa desapercibido porque se está durmiendo, por ello al levantarse a la mañana siguiente la glucemia está elevada. Hoy existen múltiples estudios que demuestran que la hiperglucemia secundaria a este efecto somogy no suele ser superior a 250 mg/dl. Las situaciones con glucemias más altas son más el reflejo de una falta de aporte de suficiente cantidad de indulina o un aporte excesivo de hidratos de carbono dados para intentar corregir la hipoglucemia previa.
Cuando existe un verdadero efecto somogy (para comprobarlo hay que determinar la glucemia nocturna entre las 2 y las 4 de la madrugada para detectar la hipoglucemia) hay que bajar la dosis de insulina que esté actuando en el momento de la hipoglucemia.












¿QUE ORGANO CONSUME MAS GLUCOSA EN NUESTRO CUERPO?

Todos los órganos del cuerpo humano necesitan inevitablemente consumir glucosa. Esa es la energía que hace funcionar a todas las células, sean de los músculos, corazón, hígado, pulmones, riñones, las neuronas del cerebro o incluso el “condenado” páncreas.
Así de entrada podría pensarse que los músculos son los que más glucosa consumen por aquello de que son los que más actúan en el ejercicio físico. Es cierto que los músculos sí usan mucha glucosa cuando estamos haciendo una actividad física, pero sin embargo no son los que consumen más glucosa.

El órgano que necesita más glucosa es el cerebro. Utiliza como el 50% de la glucosa presente en la corriente sanguínea. Unos 5-10 gramos por hora y el doble de esto en los niños de 3 a 10 años de edad.

Eso se nota en las hipoglucemias. Con las bajadas de azúcar, el cerebro recibe poca glucosa y de ahí vienen efectos impredecibles como cambios de humor bruscos (mala leche), “idas de olla”, dolor de cabeza… A mí por el momento no me tocaron esos efectos. Bueno, no sé si lo de la mala leche, habría que preguntar a los “sufrieron” mis hipos, jejeje.

Lo de idas de olla también es verídico. Mi educadora contaba un día que estando en una conferencia (cosa profesional), una doctora se levantó en medio del acto y comenzó a hacer aspavientos con su abrigo. Todos quedaron sorprendidos menos el doctor que tenía sentado al lado, que simplemente sacó un sobrecito de azúcar y se lo dio. Le estaba dando una hipoglucemia con las citadas consecuencias imprevisibles.






COMO REMONTAR UNA HIPOGLUCEMIA

Un tema muy delicado de la diabetes son las
hipoglucemias. Hay que evitarlas, aunque no siempre es posible. Pueden producirse si se come de menos, si se hace ejercicio excesivo sin acompañarlo con hidratos, si se inyecta insulina demás o simplemente sin razón aparente. Si la hipo es suave puede solucionarse comiendo hidratos de acción lenta (pan, galletas, patatas, yogur, fruta…) En mi caso, es lo que como cuando tengo síntomas de un leve temblor de manos o un hambre repentina a pesar de tener el estómago lleno. Una sensación realmente extraña, por cierto. Notas el estómago repleto y a pesar de eso tienes un hambre increible.
Si por el contrario la hipo es fuerte y dan mareos y se nubla la vista (eso es en mi caso) debe tomarse hidratos de acción rápida (zumos azucarados, azucar, caramelos…) En fin, alimentos con alto contenido de azúcar u otra opción como es el Glucosport.

El glucosport son pastillas de 5 gramos de glucosa pura. Es decir, que es lo mejor para subir de manera inmediata una hipo.

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Se vende en cualquier farmacia, viene en cajas de 12 pastillas aunque también lo hay en forma de ampollas bebibles. Yo personalmente me compré las pastillas. Es mejor que llevar caramelos, aguanta mejor el calor, no se derrite y, al ser glucosa pura, actúa antes. Básicamente, esa es su ventaja: la inmediatez. La glucosa se absorbe inmediatamente y no requiere transformación en el estómago, como ocurre con los azucarillos, que son sacarosa y debe descomponerse después en glucosa.

Cada pastillote viene envuelto en plástico metalizado de muy difícil rotura e ideal conservación, siendo por tanto muy adecuadas para su transporte en situaciones como deportes, haya o no haya agua. Ocupa poco espacio y además, está mu rico! Sabe a los míticos Escalofríos, Pez o Toma2.

Lo bueno que tiene es que tomas la cantidad justa de glucosa, sabes exactamente la cantidad de Hidratos que estás tomando. Eso sí, el glucosport sube rápidamente el azúcar en sangre pero es necesario combinarlo con HC lentos para evitar el rebote (subida brusca de azúcar y vuelta a otra hipo).
En definitiva, estas son las ventajas:

- Efecto muy rápido
- Envase resistente
- No se derrite
- Ocupa poco espacio
- No necesitas agua para tomarlo (puede masticarse)




RECOMENDACIONES CUANDO TIENES UN RESFRIADO

1) Mide tu glucosa en sangre cada 1 a 3 horas todo el tiempo (hay que tener tiras suficientes) sobre todo si utilizas insulina. Tendrás que tratar de tener normoglucemia aún durante el resfriado, ya que de esta forma se irá más rápido sin complicaciones.

 

2) Hidrátate bien: bebe de 100-300 ml cada hora (líquidos no azucarados: agua, agua con gas, refresco sin azúcar, tés -manzanilla, canela-, infusiones, gelatina sin azúcar, sopas, caldos).

 

3) Ten a la mano teléfono de médico y/o educador en diabetes (si hay vómito, diarrea, fiebre o intolerancia a los alimentos llama a tu médico o acude al hospital).

 

4) No dejes de tomar medicamento para la diabetes (antidiabético oral o insulina). La insulina ultrarápida (lyspro o novorapid) tampoco la suspendas si puedes comer normalmente.

 

5) Puedes requerir de dosis extras de insulina de acción ultrarápida (debes tener el esquema indicado por tu médico para saber subir la dosis o bajarla en caso necesario) de acuerdo a tus mediciones de glucosa en sangre.

 

6) Medir cetonas en orina si la glucemia es superior a 250 mg/dl (tener tiras de cetonas disponibles no caducadas) La presencia de cetonas puede requerir dosis extras de insulina ultrarápida (debes tener el esquema indicado por tu médico o llamarlo).

 

7) ¡Descansa! El reposo es importante ya que de esta forma el ciclo de la enfermedad se cumple y la recuperación puede llegar más rápido sin problemas.

 

8) No dejes que te de! Infórmate acerca de las vacunas antigripales (octubre es un mes adecuado para ponérsela)

 

En cuanto a los medicamentos para la gripe u otras enfermedades debes tener cuidado, ya que hasta la aspirina en dosis altas pueden tener interacciones con antidiabéticos. Lo mejor es acudir al médico para que te indique que medicamentos utilizar. No olvides recordarle los medicamentos utilizados para tu diabetes.




GASTROPARESIS EN DIABETICOS

La gastroparesis es una consecuencia importante de la diabetes, de hecho afecta a 1 de cada 5 personas que tienen tanto diabetes tipo I, como diabetes tipo II, y se debe a una forma de neuropatía diabética que afecta al nervio vago, que es el responsable, entre otras muchas cosas de la contracción del estómago, que envían la comida hacía el resto del tubo digestivo y la trituran.

Los altos niveles de azúcar durante un periodo prolongado dañan la estimulación de este nervio y hacen que el estómago no se contraiga, la comida pasa sin triturar al resto del tracto y hace que se formen masas sólidas en el intestino, lo que provoca nauseaas, vomitos y bloqueo del intestino, con dolor abdominal, perdida de peso, falta de apetito, saciedd,…

La buena noticia es que se diagnostica de muchas formas y los médicos que tratan habitualmente con diabéticos lo hacen rápidamente, así que, aunque no tienen cura se pueden paliar sus síntomas. Si este es tu problema utilizando algunos trucos de cocina puedes evitar los síntomas y el dolor:

  • toma dietas bajas en fibra
  • las frutas y los vegetales tómalos bien cocidos
  • el pescado es un alimento que no te dará problemas
  • lo mismo que el pollo, el yogur y los granos refinados, nada de granos integrales y las dietas líquidas






LOS 10 MITOS MAS COMUNES SOBRE LA DIABETES

Mito 1: En ocasiones, la diabetes puede ser contagiosa. ¿O cómo se explica que varios miembros de una misma familia la padezcan?

A pesar de que no se conoce con exactitud su causa, la diabetes no es contagiosa, como un resfrío o una gripe. El hecho de que varios miembros de una familia sufran de diabetes obedece a mecanismos genéticos (o hereditarios), no a un mecanismo de contagio.

Mito 2: Los diabéticos no pueden consumir golosinas ni chocolates

Si golosinas y chocolates son consumidos como un "extra" en el contexto de una dieta saludable, equilibrada y acompañada por ejercicio físico, no resultan alimentos prohibidos. El problema surge si se emplean en reemplazo de una comida o una colación. Esto es algo importante a tener en cuenta, porque puede llevar a limitaciones importantes y alteraciones en la calidad de vida, sobre todo en grupos de edades en los cuales las golosinas forman parte de su universo, como es el caso de la infancia.

Mito 3: Consumir mucho azúcar o dulces puede desencadenar diabetes

No, aun personas que no consumen dulces pueden desarrollar diabetes, porque se trata de una enfermedad en la que se asocian factores genéticos y factores de estilo de vida. Dentro del estilo de vida la alimentación es importante, pero no exclusivamente por el consumo o no de azúcar. Si existe un consumo excesivo de calorías que lleve a la obesidad, el riesgo de diabetes es mayor; otro tanto sucede con la falta de ejercicio físico.

Mito 4: Los diabéticos deben consumir alimentos especiales

En la actualidad, no se habla más de "alimentos para diabéticos". En efecto, actualmente se considera que la alimentación del diabético debe ser equilibrada (baja en grasas, con amplio surtido de verduras y frutas, con lácteos descremados, y controlada en sal).
Recurrir a alimentos que llevan el rótulo de "para diabéticos" conduce a un gasto superior y a la falsa creencia que como son para diabéticos pueden ser consumidos sin límites, lo cual no es cierto y hasta puede ser contraproducente.

Mito 5: Los diabéticos deben evitar las 3 P (pan, pastas y papas)

Si bien estos alimentos deben ser consumidos en cantidades controladas, es decir, medidas en el tamaño y número de porciones diarias, pueden formar parte de la alimentación cotidiana. De este modo, se las puede incluir tanto en las comidas principales como en colaciones.

Mito 6: Los diabéticos son más propensos a padecer resfríos y otras enfermedades infecciosas

No, el solo hecho de ser diabético no lo predispone a ninguna enfermedad infecciosa. No obstante, es deseable tomar los mayores recaudos para prevenirlas porque cuando sobreviene acarrean un desequilibrio glucémico, muchas veces importante. Por eso los diabéticos se encuentran en el grupo de personas a las que se recomienda seguir con los esquemas de vacunación antigripal y las restantes estipuladas según la edad del paciente

Mito 7: La insulina puede provocar hipertensión arterial y aterosclerosis

Este mito surge del hecho de que muchos diabéticos tipo 2, a poco de comenzar con el empleo de insulinoterapia, pueden experimentar afecciones o manifestaciones de enfermedades cardiovasculares. En realidad se trata de pacientes con diabetes de larga data en los cuales el páncreas ha dejado de ser eficiente en la secreción de insulina. En estos casos, los padecimientos cardiovasculares son expresión de una complicación crónica de la diabetes y no el efecto en sí de la utilización de insulina.

Mito 8: Las frutas son alimentos saludables, por lo tanto pueden ser ingeridas a voluntad, salvo la banana, que está prohibida

En este tipo de afirmación se encierran en realidad 2 mitos: la posibilidad del consumo indiscriminado de frutas y el impedimento de consumir banana. Es cierto que las frutas son alimentos saludables por su contenido de vitaminas, minerales, y fibra, pero también contienen hidratos de carbono y no están exentas de calorías. Por lo tanto, pueden consumirse en todas sus variedades, pero siempre en cantidades controladas, estipuladas por su nutricionista. Con respecto a la banana, no debe ser "demonizada"; puede consumirse pero con discreción.

Mito 9: La insulina no puede ser utilizada en personas que tienen tendencia a engordar porque provoca incremento del peso corporal

Si bien la utilización de insulina puede traer aparejado una eventual incremento de peso, los 2 más recientes, estudios estadounidenses y británicos coinciden en afirmar que los beneficios del empleo de este reemplazo hormonal superan los de los riesgos de obesidad.

Mito 10: Los cambios en el tipo de tratamiento antidiabético tienen que efectuarse sólo cuando las cifras de hemoglobina glucosilada superan el 8%

No, cuanto mejor sea el control glucémico menores son los riesgos de desarrollar complicaciones, tanto agudas como crónicas. De este modo se ha establecido como límite aceptable para la hemoglobina los valores de 7% o aún mejor, menos de 7%. Recordemos que el valor máximo normal es del 6% y que cuanto más se acerque un diabético a estos valores mejor será su situación, tanto presente como futura. No obstante, no hay que perder de vista la posibilidad de desarrollar eventuales hipoglucemias, sobre todo en el caso de los diabéticos tipo 1. Ajústese las indicaciones médicas para evitar esta contingencia.

Como puede apreciarse, circulan versiones equivocadas que pueden llevar al retraso en la consulta o a la adopción de recursos equivocados para nivelar la enfermedad. No deje de comentar con su médico todo lo que ha leído, o escuchado, de modo de establecer la veracidad de estos dichos y la posibilidad de adecuarlos a su caso en particular.

 

Topicos erroneos

En relación con la diabetes existen muchos tópicos o creencias que son erróneos o que, como mínimo, carecen de base. Se citan a continuación algunos de ellos recogidos de las conversaciones en las consultas. 

En relación con el diagnóstico

• “Tengo un poco de azúcar pero no soy diabético”. No se tiene poco o mucho azúcar. Se tiene diabetes en función de unos niveles de glucosa en sangre que están científicamente establecidos (*).

• “Como no me pongo insulina no soy diabético”. Las personas con diabetes pueden ser tratadas con recomendaciones dietéticas solas, o bien añadiendo pastillas y/o insulina.

• “No me pongo insulina, tengo la diabetes buena”. Todos los tipos de diabetes, necesiten o no insulina, requieren un tratamiento adecuado. En cualquiera de las formas de diabetes, la glucosa permanentemente elevada implica riesgo de complicaciones a largo plazo. No hay “diabetes buenas ni malas”, en todo caso bien o mal controladas.

• “Me encontraron el azúcar alto, pero ahora ya estoy bien”. Una vez diagnosticada la diabetes, los niveles de glucemia pueden normalizarse gracias al tratamiento. En sentido estricto, la diabetes no está curada aunque puede estar perfectamente controlada.

En relación con el tratamiento

• “La dieta es monótona y aburrida”. La alimentación de una persona con diabetes sin exceso de peso puede ser tan variada como se desee, siempre que se sepan utilizar las equivalencias entre los diferentes grupos de alimentos. En las personas con exceso de peso, la restricción calórica aconsejada impone sin duda algunas limitaciones gastronómicas.

• “Alimentos para diabéticos: puedo comer lo que quiera”. Aunque sean denominados “alimentos permitidos, tolerados o especiales para diabéticos” no implica que puedan consumirse sin control. Una lectura adecuada de la etiqueta con la información nutricional y el consejo del experto es imprescindible.

• “Si me pongo insulina no necesito preocuparme por la dieta”. El plan de alimentación forma parte del tratamiento, de modo que ni las pastillas, ni la insulina lo sustituyen.

• “No debo comer legumbres, pan, melón... porque tengo diabetes”. No existen alimentos prohibidos, únicamente deben ajustarse las cantidades al plan de alimentación recomendado.

• “Como voy a comer más, tomaré más pastillas”. La medicación para la diabetes no debe modificarse arbitrariamente, sino en función del resultado de los controles. La dosificación inadecuada puede desencadenar trastornos.

• “La insulina es una droga y no me la podré quitar”. 

“Si me pongo insulina me volveré diabético de verdad”. 

“Con la insulina me quedaré ciego”. La insulina que los pacientes se inyectan es idéntica a la que se fabrica en el páncreas humano. Gracias a ella muchas personas sobreviven y otras viven mejor.

 

En relación a las complicaciones

• “Cuando tengo una hipoglucemia aprovecho para hartarme”. De 15 a 20 gramos de azúcar son casi siempre suficientes para tratar la hipoglucemia. La ingesta de mayores cantidades suele provocar dificultades posteriores.

 

• “Si controlo bien el azúcar no es importante la tensión arterial ni el peso”.

“El tabaco no tiene nada que ver con la diabetes”. La Diabetes supone un aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares. El tabaco, la hipertensión, el colesterol elevado, la obesidad... pueden multiplicar este riesgo.

 - "Si me levanto con una glucemia normal estoy bien controlado" El buen control implica que a lo largo de todo el día se tengan glucemias próximas a la normalidad.

• “Me siento mejor cuando tengo el azúcar alto que cuando está bajo”. Muchas personas comparten esta sensación, pero debe recordarse que la glucemia alta actúa silenciosamente favoreciendo el riesgo de complicaciones crónicas.

 

Recuerde que…

Algunas creencias populares carecen de fundamento. No deje de consultar a su equipo de asistencia para contrastar su veracidad.




 


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